Muy buenas queridos lectores, os traigo una nueva crítica cinematográfica.
Pero en esta ocasión viene con SORPRESA, porque la película que os traigo hoy (cabe mencionar que es mi último día de vacaciones y ando medio furiosilla) es nada más y nada menos que "Mentiras y gordas".
Ahora os estareis preguntando, pero ¿por qué hay sorpresa en esta película? Y yo os digo: porque esta es la película más MALA que he visto en toda mi vida.
Empezando por la trama, la película va de... ¿de qué va en realidad? La verdad es que no puedo decir que tenga una historia que pueda contarse... Va de una chica que... Nada, no sale...
Voy a ser buena y voy a intentar explicarla un poco: son distintas historias paralelas que giran alrededor de una misma trama: alcohol y drogas: una chica enamorada de un drogadicto, un chico gay enamorado de su mejor amigo, una chica que no se da cuenta de que es lesbiana hasta que se enamora de otra chica, un mentiroso compulsivo que se liga a una madurita para robarle, etc. Serían historias más o menos normales si no fuera porque durante toda la película TODOS los personajes fuman, se drogan y hacen barbaridades nunca vistas. Todo un ejemplo.
¡Ay qué ver Doña Ángeles González-Sinde, quiere prohibir ver películas online y no prohibe películas de este tipo! ¡Ah! Olvidaba que la Sra. González-Sinde es guionista de esta maravilla... xD
El tema sexual también se trata mucho en esta película, mucho bastante, quería decir y además, se trata de forma MUUUYYY explícita; vamos, que te descargas una porno y es lo mismo. Tampoco se puede considerar el sexo como algo malo, señores, si no fuera por eso no habríamos nacido.
Lo más fuerte de la película es que encima quieren meternos en mente que así son los jovenes de hoy día.
¡JODER! ¿De verdad soy yo así? ¡Matadme ahora mismo!
El vídeo qe os voy a dejar de la película es el trailer, y os haceis una idea. Ahora debería decir: Relajaos y disfrutad, pero no creo que os resulte agradable por más que yo lo diga.
Ahora tendría que recomendaros la película, pero no puedo, no me sale del corazón. Por eso, ¡qué vaya a verla la tía Paca! Aunque si alguien quiere ir a verla, que la vea.
Os quiero.
